En breve, el parlament de la Generalitat de Catalunya va a abrir una comisión de investigación a raíz de las confesiones de Jordi Pujol Soley, ex-president de la Generalitat de Catalunya sobre la gestión y elaboración de un gran patrimonio al margen de la ley y de las buenas formas. Este casos y muchos otros sobre corrupción, tráfico de influencias, malversación de caudales públicos, prevaricación, me ha llevado a recuperar a Gianni Vattimo y su obra Adiós a la verdad. Aquí os presento una reseña crítica que es de vigente actualidad.
Gianni Vattimo (Turín, 1936)
es un filósofo italiano, discípulo de Hans Georg Gadamer, siendo una de los
principales autores de lo que se conoce como filosofía de la post-modernidad.
Influenciado por Nietzsche y Heiddeger. Se le conoce como el filósofo del
pensamiento débil o pensiero debole. Para
Vattimo lo que importa no son los hechos sino sus interpretaciones.
Para Vattimo en la
introducción a Adiós a la verdad (Addio
alla verità, 2009), los medios de
información mienten, todo deviene juego de interpretaciones. Para estos
transmisores de esta sociedad de la
información lo que menos les importa es la verdad sino su interpretación a
fin de obtener algún resultado a costa de ella.
Lo que es realmente
importante es que el adiós a la verdad es el inicio y la base misma de la
democracia. Lo que importa a Vattimo es la interpretación de los hechos y no el
análisis conceptual.
La verdad, en nuestra
sociedad pluralista (como él la define), es una cuestión de consenso. El
problema no es el concepto en si de verdad sino la interpretación colectiva de
este consenso.
Recurre a referencias
filosóficas de autores vinculados a la post-modernidad como Nietzsche, Sartre,
Heiddeger, Adorno y Wittgenstein. En la introducción al texto comentado,
también utiliza referencias filosóficas de Karl Popper uno de los padres del
racionalismo crítico. De este último autor, referente del liberalismo, Vattimo tiene
en cuenta la siguiente aportación sobre el concepto de la verdad, que es
enemiga de la sociedad abierta de Popper y por ende de la democracia.
Considera que no existen
verdades absolutas, solo interpretaciones. La verdad y la democracia son
incompatibles, lo que busca esta sociedad es el consenso y no la verdad.